Policías y agentes de migración de México detuvieron a unos 600 centroamericanos que habían ingresado ilegalmente por el río Suchiate, que divide México y Guatemala, durante la madrugada del miércoles mientras marchaban a la ciudad de Tapachula.


Los migrantes, que portaban banderas de El Salvador y Honduras, fueron contenidos entre jaloneos y gritos y subidos en autobuses que los trasladaron a la estación migratoria de Tapachula donde, según las autoridades, podrán solicitar refugio.

Agentes del Instituto Nacional de Migración y de la Policía Federal explicaron que los migrantes fueron detenidos luego que se negaran a pedir asilo en México.

Previo a la detención, las autoridades migratorias les explicaron que no pueden permanecer en el país como indocumentados y los invitaron a pedir asilo o visa migratoria en México, sin embargo, el grupo intentó seguir caminando y fue interceptado por las fuerzas federales a la altura del entronque del municipio de Metapa de Domínguez en el tramo carretero Ciudad Hidalgo-Tapachula.

Los migrantes fueron trasladados a la delegación migratoria Siglo XXI con sede en Tapachula, Chiapas. Los integrantes la quinta caravana migratoria sólo caminaron 18 kilómetros en territorio mexicano.